Este folleto contiene una breve introducción. Informaciones más detalladas se podrán encontrar en nuestra guía de exposición.

Los cuatro grandes relicarios medievales en la galería contienen las reliquias, es decir huesos de unos santos. Los constructores de los relicarios les han dado la forma de casas maravillosamente decoradas, que tienen la intención de mostrar al espectador las moradas celestiales de los santos. Los santuarios atrajeron a peregrinos de todo el mundo y, especialmente en tiempos de necesidad y desesperación, fueron llevados por las calles en procesiones.

El relicario del arzobispo de Colonia Anno II. (vitrina No. 4) es muy sobresaliente. En 1064 Anno fundó un monasterio benedictino cercano en el Michaelsberg. Legó numerosas reliquias valiosas de santos a su abadía, que forman el núcleo del tesoro. La abadía recibió derechos de mercado, impuestos y monedas. Bajo el gobierno de los abades, el pequeño asentamiento al pie de la montaña comenzó a crecer rápidamente y la ciudad de Siegburg pronto se desarrolló a partir de él. Anno murió en 1075 y, según su testamento fue enterrado en la iglesia de su abadía de Siegburg. Cuando fue canonizado en 1183, sus huesos fueron sacados de la tumba y transferidos solemnemente para colocar en el relicario.

Napoleón conquistó Renania más de 700 años después, los monasterios se disolvieron y los tesoros de la abadía se entregaron a la iglesia parroquial de San Servacio en 1812.

Unos pasos más arriba se puede ver una caja de madera medieval (vitrina No. 5), una original que tuvo que ser reemplazada en el siglo XX debido al mal estado. Todos los relicarios tienen un núcleo de madera y en él se han sido fijados los elementos decorativos.

Es posible que haya notado que faltan muchas de las figuras en los relicarios. En la tercera parte del tesoro se pueden ver dos pinturas del siglo XVIII (vitrinas No.11 y 14), que se hicieron antes de que el relicario de Anno fuera despojado de sus joyas de figura a principios del siglo XIX. Esto nos da una idea de cómo debe haber sido el relicario.

En la última sala de la tesorería hay fragmentos de telas de seda muy antiguas y preciosas, en las que se envolvieron reliquias antes de colocarlas en los relicarios (vitrina No.19, 21, 23, 24, 25, 26, 28). También puede ver algunas pequeñas cajas que fueron tomadas de los grandes santuarios y que contenían las reliquias de los santos (vitrina No.20 y 22). Por razones de conservación, las cajas y fragmentos de tela fueron retirados de los relicarios y reemplazados por otros nuevos, para que pueda ver los originales aquí.

Nuestro tesoro contiene muchos otros artículos valiosos, incluido el peine de marfil de Anno (que se utilizó con fines litúrgicos), el báculo episcopal de marfil o su palio (que Anno le dio el Papa) (vitrina No.14, 17, 27). También verá relicarios, custodias, altares, dispositivos litúrgicos ...

Todos los objetos en el tesoro de Siegburg son testigos de la creencia inquebrantable en Dios en los últimos 1000 años.